En la recientemente finalizada Liga Nacional Femenina
Sail Basics, participaron dos equipos de ajedrecistas ciegas o con disminución
visual.
Uno de ellos, Martelli - ACUA, representó a la
entidad donde comenzó a organizarse lo que luego sería ACUA (Ajedrecistas Ciegos
Unidos de Argentina). Tres de sus integrantes,
Lucía Ríos, Yanina Castillo y Natalia Hegoburu viven en Vicente López, mientras
Sandra Ramírez es de Villa Adelina.
El otro equipo jugó con el nombre Najdorf - ACUA,
pues representaron al círculo de ajedrez de Los Polvorines, entidad que también
estuvo desde el comienzo. Sus integrantes fueron Irma Monasterio (Capital), Jorgelina Cura
(Martínez)
y Lourdes Simán (San Martín), con el refuerzo de Yanina Olmos, que se integró perfectamente
al grupo.
Si bien Irma fue alumna de Bolbochán en su
adolescencia, hacía casi 60 años que no jugaba ajedrez. Lucía y Yanina sólo
conocían el movimiento de las piezas y las demás tomaron sus primeras lecciones
en la escuela 503 de Munro y el Instituto Bignone, durante el último año. Luego,
comenzaron a asistir al Círculo de Villa Martelli, a las clases de refuerzo que
dictamos Leonardo Maita (ajedrecista ciego) y Mario Zilli.
Algunas de ellas jugaron el torneo para ciegos en
Córdoba, en junio del 2008, otras en San Luis, en marzo del 2009, y en la Liga
Nacional Rápida, el 24 de marzo, en Capital. Quienes las hemos visto jugar en un principio, nos sorprendemos por el notable progreso que han tenido en su
nivel de juego. Si tenemos en cuenta las clases a las que asistieron, no fueron
tantas ni tampoco fueron clases magistrales. Sólo unos pocos conceptos y mucha
libertad para armar sus propias estrategias, crear sus propias variantes y
luego pulirlas en base a prueba y error. A modo de ejemplo, les contamos que
Yanina Castillo es la primera ajedrecista ciega de nuestro país en obtener
ranking internacional Elo.
Da la impresión que les agrada jugar ajedrez con sus
pares; sin embargo, para todas, este fue el primer torneo femenino donde compitieron
con las mejores jugadoras del país, y sin problemas de visión. Es entonces
cuando surgen las dudas: ¿les habrá afectado perder la mayoría de sus
partidas?¿habrá servido la experiencia para que se integren las
personas?¿dejarán el ajedrez después de esto?
Teníamos pensado escribir una nota; pero ante las
dudas del párrafo anterior, decidimos hacerles algunas preguntas a quienes más
participaron, las titulares de ambos equipos. Compartimos con ustedes nuestras
consultas y sus respuestas.
¿Les sirvió para algo
participar en la Liga Femenina?
Lucía Ríos: El competir en un torneo sirvió
para entrar en un ámbito al cual no pertenecía
Yanina Castillo: Para tener más confianza en
mi misma y que el ajedrez femenino también tenga un pequeño lugar en ACUA.
Irma Monasterio: Sirvió
para corregir nuestra forma de ubicar las distintas piezas en el tablero y
elaborar mejor las estrategias.
Jorgelina Cura: Me sirvió como experiencia, para darle más personalidad a mi
juego y agrandar mi familia en el ajedrez.
¿Competir les exige un esfuerzo
mayor?¿es bueno?
Lucía: Si bien competir no es lo mío me
resultó muy placentero, salvo cuando percibí que muchos estaban ansiosos que
ganara, cosa que consideré siempre poco probable; eso me pesó
Yanina: Sí, pero es muy agradable esa
sensación que se siente; a mí me encanta competir en ajedrez, no lo siento como
un simple juego. La competencia te sirve para mejorar mucho tu juego. Espero que
pueda continuar compitiendo
Irma: Competir exige mayor
esfuerzo cuando se juega con videntes, ya que éstos con un golpe de vista
tienen dominio visual del tablero, cosa que para nosotros es mucho más difícil.
Jorgelina: No exige ningún esfuerzo. Lo disfruté. Para mí, el deporte es
sinónimo de competencia. .
¿Cómo toman las victorias y las
derrotas?
Lucía: La alegría de participar fue más
significativa que las derrotas o los triunfos
Yanina: Las derrotas no me causan ninguna
sensación, ya que es habitual; pero las victorias me causan alegría, porque son
pocas
Irma: Es bueno porque exige
mucha concentración, pero no tan bueno porque también implica una posible
derrota y eso nos hace perder autoestima
Jorgelina: Las victorias las tomo con alegría y las derrotas como
aprendizaje.
¿Por qué juegan ajedrez?
Lucía: Sinceramente, creo que el ajedrez me
atrapó por el deleite de pensar y resolver y adelantarme a las intenciones de
quien juega conmigo o planificar estrategias; eso me apasiona .
Yanina: Porque me gusta más de lo que jamás me
imaginé. Porque me sirve para despejarme de todos los problemas. Al ponerme en
contacto con el tablero de ajedrez no hay nada más en mi cabeza que el
movimiento de las piezas y llegar a mi objetivo: el jaque mate. Aunque la mayor
parte de las veces me lo cantan a mí... pero bue, ya llegará mi día...
Irma: Yo personalmente
juego ajedrez por placer, pero soy consciente de que al elaborar estrategias mi
mente elabora al mismo tiempo estructuras mentales que me mantienen pensante y
activa mentalmente. También es recreativo por la comunicación con otras personas
y porque al jugar y tal vez ganar nos estimula a progresar en este
juego-ciencia
Jorgelina: Porque soy deportista y me gusta, agiliza la memoria y evita el
Alzheimer. Como ven, me voy preparando porque ya tengo 44.
¿Seguirían participando en
torneos o mejor lo toman como algo recreativo?
Lucía: Creo que sólo cuando tenga un buen
nivel me sentiría digna de participar y tener aspiraciones; mientras, sólo me
contento con jugar con mis pares
Yanina: Ni lo pienso dos veces. Claro que
seguiría jugando ajedrez. Ni se me ocurre como un juego recreativo,
ya no sería lo mismo. Claro que si nos dan la posibilidad al ajedrez femenino en
ACUA para seguir participando,
yo sigo.
Irma: Como lo dije en mi
respuesta anterior, seguiría jugando ajedrez, tanto en forma competitiva como
recreativa.
Jorgelina: Las dos cosas. Empecé a jugar hace 7 meses y me gusta mucho,
tanto como medio social como por su aspecto deportivo; antes de perder la vista
era muy aficionada a los deportes y ahora el ajedrez me hizo recuperar ese
espíritu. Y, aprovechando que me toca la del estribo, les digo con ganas:
¡Aguante el ajedrez y aguanten las mujeres!
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